Una idea en mi cabeza… Parte 1

A raíz de una idea que tuve hace un tiempo atrás, hice sufrir a mi novia muchísimo. Hoy quiero compartir esa experiencia con ustedes, gente del Internet que lee mis pendejadas.

Empecemos por el principio, mi novia y yo tenemos una relación muy particular, y no quiero contar mucho de ello porque es un tema muy personal, pero de ello debo resaltar el hecho que ella es un poco reservada en muchos aspectos, y fue a partir de ahí que todo inició.

Estábamos en su casa. Hablábamos como de costumbre, pero en un punto tuvimos una pequeña discusión por un tema tabú para nosotros, no importa cual es este momento, y eso hizo que ella se enojara, y entiendo su punto y acepto que era yo quien estaba equivocado.

No puedo negar que me había sobrepasado y debía disculparme, pero fue demasiado tarde, así que ella con gran enojo me pidió muy decentemente que me fuera de su casa.

Al principio pensé que no iría tan lejos como sacarme de su casa e intenté abrazarla y besarla en busca de que cambiara de opinión, pero esto la alteró más. De modo que acepté que debía irme y bajé las escaleras de su casa, y cuando estaba a punto de irme, algo en mí ocurrió.

No sé realmente que era, pero un dolor intenso en mi pecho surgió y sentí que debía presionarla más, y como ella había bajado a abrirme la puerta, la volví a tocar y eso no le gustó y a mí tampoco. No sabía que estaba haciendo.

Al principio ella dijo que era una pataleta normal mía (tiendo a hacerme mucho la víctima con ella para que me perdone fácil en algunas ocasiones, aunque sé que eso es malo), pero yo me enojé de una forma mucho más agresiva de lo normal, así que ella se enojó más para tener el control de la situación.

A pesar de que yo soy muy sensible y lloro mucho, esta vez la ira no me dejó pensar y empecé a llorarle que me perdonara, que me sentía mal por haber tocado aquel punto tan delicado entre los dos, y que no lo volvería a hacer.

Ella, que estaba súper enojada, me reclamó por haberlo tocado (el tema) a pesar de todas las veces que habíamos dicho que no habláramos del tema. Seguía echándome de la casa, y aunque yo quería dejar el tema hasta ahí, no me podía mover, no dejaba de llorar, no me podía controlar, y sin entender porque me tiré en el suelo.

Ella se enojó aún más, hasta el punto de que tomó mi brazo y me arrastró por el suelo, obviamente por mi peso no pudo moverme mucho y me decía que hiciera lo que yo quisiera, que yo tenía la culpa y muchas otras cosas que no recuerdo ya que en ese momento en mi mente pasaba una cosa mucho más aterradora. 

Aquella mañana había soñado en mariposas y en mi boda, y según lo que había escuchado de mi tía, eso significaba la muerte. ¿Acaso había soñado con mi propia muerte? No le presté mucha atención, puesto que yo sueño muchas pendejadas, así que lo dejé pasar en ese momento, pero cuando estaba en el suelo y Anny me halaba para sacarme de la casa, sentí que había llegado la hora de irme.

Me dieron ganas de suicidarme.

A mi cabeza vinieron muchas cosas, mi mala relación con mi familia, mi fallida carrera como escritor, mi pobre desempeño profesional, mi falta de trabajo constante, mi déficit económico, y ahora estaba lastimando a la única mujer a la que he querido, e incluso amado.

Todo se acumuló en mi cabeza y algo en mi mente se cortó, como si hubieran apagado el interruptor entre mi cerebro y mi cuerpo.

Empecé a hablar para mí, decía que era un perdedor, que no valía nada, que me quería morir, que ella no merecía estar con un alguien como yo. Las lágrimas brotaron con mucha más fuerza y el corazón se me aceleró.

¿Qué me estaba ocurriendo? ¿Qué estaba diciendo? ¿Por qué no podía detener ese mar de tristeza? ¿Por qué mi llanto no se detenía? ¿Qué demonios pasaba conmigo? ¿Por qué sentía tanto odio por mí mismo? ¿Acaso había una razón para suicidarme?

Todo eso y mucho más llegó a mi cabeza. Tenía miedo y algo en mi cabeza me decía que no había marcha atrás… Nada podía hacer para detener algo que estaba destinado a hacer… Esa tarde de lunes me mataría.

Continuará…